Abadía de Melk: El éxtasis barroco en el Valle del Danubio


Su Esencia:

Como si fuera un pintura del Romanticismo o el telón de una obra, se asoma sobre un rocoso peñasco uno de los más bellos ejemplos de la Arquitectura Barroca en Austria: la Abadía de Melk.
Fundada poco después del año 1000, ha sido desde siempre bastión de la hegemonía Benedictina en la Baja Austria y un testigo privilegiado de la belleza del valle de Wachau, por donde corre fervoroso el río Danubio.
Tuvo su origen en 1089, cuando Leopoldo II, soberano de Austria, entregó uno de sus castillos a los monjes benedictinos de la Abadía de Lambach.
Famosa por su increíble biblioteca y su cultura académica, Umberto Eco le rinde homenaje en su libro "El nombre de la Rosa", al referenciar a uno de sus protagonistas como "Adso de Melk".
La abadía siempre contó con una escuela; tras un lapso de interrupción durante la Segunda Guerra Mundial, volvió a abrir sus aulas y actualmente cuenta con cerca de 900 estudiantes de ambos sexos.
Es más, los tours que permiten visitar y maravillarse con el interior de la Abadía, son guiados por estudiantes, quienes tienen la posibilidad de practicar lo aprendido en sus clases de español.


Lo Imprescindible n°1: 
El museo sacro
La Abadía hipnotiza al viajero con su belleza y por su ubicación privilegiada y dominante. 
Ya sea que uno se acerque por las colinas próximas o mejor aún, lo haga siguiendo la ribera del Danubio, el espectáculo que ofrece allí arriba sobre el acantilado al verla por primera vez, hace que uno guarde ese recuerdo por siempre. 
Los jardínes de la Abadía son un placer y será posiblemente lo primero que el visitante aprecie al llegar. Luego un inmenso patio le dará la posibilidad de familiarizarse con el estilo arquitectónico y la imponencia de su construcción.

 El Museo Sacro es en orden de visita, lo primero que uno tiene la oportunidad de ver.
La Abadía estuvo muy involucrada a la historia del Imperio Germánico y la Iglesia Austríaca, por lo que atesora en 11 salas ambientadas de manera distinta, piezas únicas que revelan su participación: tronos y sarcófagos, recuerdos de Papas anteriores, sagrarios invaluables, retablos inmensos e incluso, Arte Sacro moderno.
Así mismo, se muestra la evolución que la misma Abadía tuvo y los proyectos de ampliación y reforma a la se vio sometida hasta adquirir la belleza con la que la conocemos hoy.
  
  

Lo Imprescindible n°2: 
El Hall de Mármol.
Confieso que me causó una inmensa admiración traspasar la última sala del museo y encontrarme de improviso en uno de los ambientes más exquisitos de toda Europa. 
La Sala o el Hall de Mármol se llama así por contar en su decoración con mármoles de las canteras próximas a Salzburgo. 
La luz natural que se filtra por los fantásticos ventanales, la inunda y el exquisito fresco en su techo muestra a dioses griegos como alegoría de los valores de la Casa de Habsburgo. No es de extrañar la referencia, ya que la Sala sirvió de comedor a Emperadores Germánicos y como sala de festivales para distinguidos invitados. Hoy, puede ser apreciada por todos.

Lo Imprescindible n°3: 
La Terraza
Una inmensa puerta nos permite salir del Hall de Mármol y deslumbrarnos con la luz del día y acceder al punto panorámico de la Abadía: un inmenso balcón cuya función es unir la Sala anterior y la Biblioteca.
Dediquen aquí su tiempo a extasiarse con las vistas hacia el Danubio y hacia los Campanarios de la Iglesia de la Abadía también. 
Realmente un lugar único, exquisito, maravillosamente diseñado. 

Lo Imprescindible n°4: 
La Biblioteca
Dejando la Terraza por el extremo opuesto al de la salida del Hall de Mármol, se puede acceder a otra maravilla de la Abadía: su célebre Biblioteca.
Tal vez sea célebre por su invaluable colección; lo cierto es que todo el crédito se lo lleva por su interior. Me quedé sin habla, efecto que produce todo lo que uno ve en Melk.
La biblioteca cuenta con 12 salas, pero confieso que con ver la sala principal y la pequeña biblioteca, es más que suficiente.
Frescos en sus techos representando a la Fe, incunables protegidos en inmensas vitrinas, enormes globos terráqueos, madera bellamente tallada, mármoles y figuras doradas tamaño natural, hacen que uno no sepa qué apreciar primero.
Esto lo anoté porque era imposible de retener y devorar con los ojos todo a la vez: la biblioteca preserva 1.888 manuscritos, 750 incunables previos al año 1500, y publicaciones desde el siglo XVI, que suman aproximadamente 100.000 volúmenes.
Para que se den una idea, en la Sala principal que se visita, se pueden encontrar alrededor de 16.000 tomos. 
Los temas de la biblioteca son principalmente teológicos: ediciones de la Biblia, libros de teología y jurisprudencia, pero también hay de geografía y por supuesto, astronomía.
La Pequeña Biblioteca, a continuación de la Sala Principal, tiene mayormente trabajos del siglo XIX y presenta, al terminar una pequeña escalera helecoidal; ésta conduce a otras salas fuera del recorrido para las visitas, pero lo más importante es que descendiendo la misma, se llega como un atajo a lo más bello de la Abadía: su Iglesia.


Lo Imprescindible n°5: 
La Iglesia
Olvídense de cualquier iglesia de estilo Barroco que hayan visitado antes: ni las iglesias de Innsbruck o las de Baviera, ni la Catedral de Salzburgo pueden competir con lo que encontrarán en Melk: una decoración barroca magnificente. 
Se dice que el espíritu de tal exuberancia, lejos de cualquier modestia, es ejemplificar la Gloria de Dios y del sacrificio de la Cruz.
Esculturas y columnas en dorado y mármol; un altar altamente decorado, mármoles rosados y frescos en sus techos y altares exaltan la mirada y reafirman que Melk es literalmente el mejor ejemplo del Barroco en Austria.

Lo Imprescindible n°6: 
El Pueblo de Melk
Una amplia escalera de transitar sereno pero continuo permite acceder desde los jardínes de la Abadía al corazón del pequeño pueblo de Melk.
La visita a la Abadía suele extenderse bastante y generar ganas de descansar, recorrer las callecitas a pie y deleitarse con la cocina local.
Además, la vista que se tiene de la Abadía desde abajo, y que se mejora a medida que uno va caminando al pueblo, es impagable.
Hay numerosas posadas y tabernas que están acostumbradas a recibir al visitante de la Abadía, son ideales para sentarse un rato, agradecer por la buena fortuna de viajar y sentirse feliz.

Bonus track: el Valle del Danubio.
El Romántico Valle se extiende desde Melk y por 42 kms más. Es considerado Patrimonio de la Humanidad por su belleza natural. 
Además del pueblo de Melk, se encuentra el pueblo de Durnstein donde estuvo preso en su antigua fortaleza Ricardo Corazón de León en el siglo XII. 
El valle es un lugar ideal para caminar, pasear, andar en bici, tomar inclusive un breve tour por el río y conocer las laderas de terrazas repletas de viñedos, no por nada, la calidad de su vino blanco más reconocido, el Riesling, hace famosa la región en el mundo entero.



Datos del viaje a Melk:

Agente de Viajes: Carey Turismo - Sra. Alicia Viva.  Cordoba 1452 2º E. Tel: 0341 - 4408260
Mayorista nacional: Becciu Sintectur