Serie Islas Griegas: Rodas, la isla "leyenda" del Egeo

Su Esencia:
La bruma de la historia envuelve a Rodas.
Ya al aproximarse el crucero, los vestigios magníficos de la isla salen a la luz.
Fue maravilla de la Antiguedad en tiempos del Coloso; urbe de vanguardia en tiempos helénicos, y ciudad fortaleza bajo el dominio de los Caballeros Templarios....
Pocos lugares ofrecen tantos vestigios de civilización y tan rico legado. 
Hasta el Astro Sol reconoce las bondades de Rodas y hace lucir su luz durante casi 300 días al año, no en vano se la conoce también como "La Isla del Sol"

Ubicación: Rodas se encuentra en el archipiélago del Dodecaneso y es una de las islas más grandes de Grecia.  No está lejos de las costas turcas; la separan poco menos de 20 kms. Cuenta con aeropuerto internacional y un gran puerto que permite a los cruceros apoyar sus planchuelas para el desembarco en los grandes espigones diseñados a tal fin, a metros nada más de restos de sus defensas medievales. 


Lo Imprescindible n°1: 
Lindos
Para llegar a Lindos hay que hacer en auto un camino que demanda unos 20 minutos aproximadamente desde el puerto, entre pueblecitos de casas blancas. 
Lindos fue una de las más importantes ciudades de la Grecia antigua y capital de Rodas.
Hoy en día el pueblo se extiende sobre una larga bahía y es una mezcla de casas de pescadores y artesanos.
Pero el gran atractivo de Lindos consiste en su Acrópolis, la cual está ubicada sobre la colina justo detrás del pueblo, a 116 mts sobre el nivel del mar.
Los restos  helénicos dominan el paisaje y tienen una doble riqueza: la Acropolis está totalmente amurallada por defensas construidas en la época medieval (siglo XIII) por los Caballeros de San Juan; hecho que la hace única al unir ambos períodos históricos. Y una vez que el viajero llega hasta las ruinas, bien en lo alto por lo que son verdaderas terrazas, las vistas del Mar Egeo y de las costas de Rodas son inolvidables. 

Cómo llegar:
Para llegar hasta la Acrópolis hay que subir varias decenas de escalones y transitar por un camino de piedra que se torna muchas veces angosto;  (recuerda por momentos el tramo del camino del Inca que se extiende desde la Puerta del Sol hasta Macchu Picchu).
El camino nace en el corazón comercial del pueblo, en la plaza principal. 
Debido a que puede resultar difícil para personas con problemas de movilidad, está la opción de hacer el recorrido a lomo de uno de los simpáticos burritos que se alquilan en el comienzo del ascenso.
El paseo en sí es sorprendente por la perspectiva que va proporcionando poco a poco del pueblo de Lindos, por el paisaje verde que ofrecen sus laderas con pinos y por los trabajos artesanales que los lugareños ofrecen.
Si vas en burro, puedes llegar hasta la entrada al parque arqueológico. Allí tienes que comprar los tickets y una vez pasados los molinillos de control, te encontrarás con las murallas de la Fortaleza de los Caballeros de San Juan. Tras la caída de Jerusalem en las Cruzadas, la Orden construyó esta fortaleza en Rodas y un Castillo impresionante en el casco histórico de la ciudad, en el siglo XIII. En 1522 los Caballeros serían expulsados de Rodas nadie menos que por Solimán El Magnítfico, recluyéndose su Orden en Malta.
Sin embargo, su legado es imponente: la fortaleza deslumbra con sus torres redondeadas y sus minaretes de defensa.
Para acceder a la Fortaleza, hay que ascender por una escalera tallada en piedra, sin baranda, que puede generar cierto vértigo por lo que hay que andar con cuidado.
Antes de subir por esta escalera, tómate un tiempo para apreciar el maravillo bajorrelieve en la pared gris de la colina, que simula una antigua galera del tiempo de los cruzados.

Qué ver:
Una vez que atraviesas los restos de la Fortaleza y sus cámaras de techos altos, aparecerá antes sus ojos restos del esplendor que alguna vez fue la Acrópolis.
La stoa helenística, del 200 a.C., es una especie de terraza enorme que se extiende por 87 mts y con 42 columnas asombra al visitante y una vez que asciendes los escalones previos que te llevan a ella, vas a encontrarte con maravillosas vistas del Egeo y las costas de Rodas.
Si asciendes nuevamente varios escalones inmensos y muy anchos, llegarás al punto más alto de la Acrópolis.
El templo dórico de Atenea Lindia, data del 300 a.C., y está en el punto más alto. Contiene todavía en el espacio en el cual se extiende, una mesa de  ofrendas y la base de la estatua de Atenea.
Qué comprar:
En el camino me sorprendieron sobre todo los trabajos de bordados locales. A medida que uno transita el camino del pueblo de Lindos hasta la Acropolis, vas a encontrar negocios con tejidos y bordados impresionantes. 
No contentos con exhibirlo así, las vendedores locales extienden sus maravillosos trabajos en la ladera de la colina de la Acropolis. El blanco brillante y los colores de los bordados resaltan a través del verde del camino y del bosque que hace más fresco tu andar....
Tema precios es muy variable y aquí tienes que apostar a hacer algo de regateo. No mucho porque el trabajo vale lo que cuesta, pero hay que recordar que los precios son en euros y por tanto, no muy baratos para quienes somos oriundos de países fuera de la Unión Europea.
Si tu presupuesto es mayor y tu debilidad son las joyas, Rodas no te defraudará. En el camino hacia la Acrópolis y en pleno centro de Lindos encontrarás vidrieras que te dejarán literalmente con la boca abierta. Aunque sea, dedíquenles un par de minutos para admirar tus bellezas.

 Costos:
La entrada a la Acropolis de Lindos cuesta 6 euros. La excursión de medio día a Rodas comprada a bordo del Crucero ronda los 55 euros por persona.

Bonus Track
En el centro del pueblo de Lindos, se encuentra la iglesia de Santa Maria, distinguible por su alto campanario que sobresale por arriba de las casas bajas del vecindario. El camino sinuoso y de escalones que hay que seguir para subir a la Acropolis pasa por el pasillo que lleva hasta la iglesia, así que se puede visitar sin alejarse uno demasiado.
Recomiendo visitarla por los increíbles frescos de sus paredes y la belleza sin pretensiones de su acogedor interior. Para entrar debes usar faldas largas si eres mujer. Un pañuelo amplio o pashmina puede servirte para adaptar tu vestimenta a tal requerimiento.

Lo Imprescindible n°2: 
El casco antiguo de Rodas

El Palacio del Gran Maestre
Es uno de los símbolos de Rodas y testigo de un pasado de esplendor de la isla. 
Fue construido entre los siglos XIV y XV por la Orden de los Caballeros de San Juan. El palacio en sí en un complejo de edificios enmarcados dentro de una muralla excepcional, en el cual destaca el bello castillo medieval. Sufrió los mil y un asedios por parte de los otomanos, hasta que finalmente fue conquistado por los turcos en 1856. A comienzos de la Segunda Guerra Mundial fue reconstruido para que sirviera como residencia al rey Victor Manuel II. Mussolini lo utilizó para sus vacaciones de verano. Gracias a ello puede decirse que su legado ha llegado hasta nuestros días y puede disfrutarse de su arquitectura. 

La Calle de los Caballeros
Se dice que es la calle medieval, mejor conservada de Europa y uno al caminar por sus calles empedradas, reconoce que es cierto. 
Era famosa por albergar las posadas que alojaban a los caballeros de acuerdo a la Nación a la que pertenecieran y que integraban la Orden. 
Si bien tiene una longitud de 200 mts, y un ancho de 6, parece más extensa al recorrerla. Recomiendo hacerlo pausadamente para disfrutar de las fachadas y algunos patios internos que se ven desde la calle y que hoy en día pertenecen a familias de Rodas que viven allí.
Es fácil de ubicarla porque conecta directamente con el Palacio del Gran Maestre.

El Hospital de los Caballeros
Es la tercera joya del casco antiguo y se encuentra enmarcada en una de las plazas más bellas de Rodas.
Fue construido en el siglo XV como Hospital de la Orden de los Caballeros de San Juan. 
Se dice que desde el Gran Maestre hasta el más humilde de los servidores tenían la obligación de atender a los enfermos que llegaban a sus puertas. 
Es un amplio edificio de dos plantas y patio interior situado al principio de la calle de los Caballeros. Es muy recomendable visitar su interior y el espacio destinado a lo que era la capilla. Pero su visita tiene un plus: hoy en día alberga el Museo Arqueológico que acoge una excelente colección de piezas antiguas y famosas, entre las que destaca la Afrodita de Rodas del siglo I a.C.
Al salir, no te prives de sentarse un ratito en los cafés y bares de la plaza. El color local bello de Rodas te envolverá con su embrujo y disfrutarás de un momento único.

Lo Imprescindible n°3:  
la Rodas sobre el mar
Puede decirse que el corazón mercantil de Rodas se encuentra en las calles que están más cercanas al mar y en el paseo que bordea su línea costera, casi a la par de las murallas antiguas de la ciudad.
Desde el puerto de cruceros puede caminarse siempre hacia la derecha y pasar la pequeña playa del casco histórico, volver a entrar a la parte antigua por los grandes arcos de piedra de la muralla o simplemente disfrutar de la brisa marina que baña toda Rodas.
En el paseo junto al mar puedes encontrar pintorescos barcos que venden miles de esponjas y bijoux hecha a base de corales y conchas marinas, puedes tomar un helado o un refresco o incluso contratar un pequeño paseo para bucear o ver la ciudad desde el mar en un pequeño yate.
Si sigues caminando un poco más verás la entrada del puerto antiguo de Rodas, actualmente custodiado por los "pilares" del Coloso.
Se trata de dos columnas de piedra rematadas por las figuras de dos ciervos de bronce. Cuenta la leyenda que marcan el lugar exacto donde se erigía en la Antiguedad la estatua del coloso de 37 metros de altura; su fama legendaria ya lo incluía dentro de las siete maravillas del Mundo Antiguo. El Coloso era tan alto, que permitía que los barcos pasaran por debajo de sus piernas. Se dice además que en su mano derecha sostenía una gigantesca antorcha que oficiaba como faro para los navegantes de antaño...



Datos del viaje a Grecia:

Agente de Viajes: Carey Turismo - Sra. Alicia Viva.  Cordoba 1452 2º E. Tel: 0341 - 4408260
Mayorista nacional: Becciu Sintectur