Kathmandu: la enigmática capital de Nepal

Su Esencia:
Kathmandu es la puerta de entrada para visitar Nepal y debido a su posición privilegiada, al pie de la cadena del Himalaya, es destino obligado para aquellos interesados en aventurarse en el montañismo.
Para los que disfrutamos con las vistas que ofrece el pico más alto del mundo desde una altura segura, Kathmandu ofrece la posibilidad de disfrutar de una ciudad profundamente religiosa, con un rico pasado, una arquitectura con rasgos propios, una gastronomía excelente y un aire puro que permite llenar los pulmones mientras se recorre su valle.
Tiene algunas características propias que la definen:
* Cuando el turista o viajero mira por primera vez el mapa de la ciudad para encontrar las primeras atracciones va a percatarse de algo enseguida: el increíblemente largo nombre que tienen los principales puntos de interés, nombres casi impronunciables para mí. La buena noticia es que estos templos tienen una traducción rápida en el inglés y que la gente nepalí (amable y siempre presta a sacarse fotos con los extranjeros) entiende y ayuda a ubicarlos.
* Kathmandu fue una ciudad imperial y a lo largo de su historia, las dinastías reinantes fueron construyendo sus propios palacios y complejos. Lo que ayer estaba separado en una distancia de 20 kms, hoy en día se ha integrado todo y forman parte de la ciudad capital.
* Hay por lo anterior,  más de una plaza Durbar (sería como la plaza principal) en cada uno de los antiguos asentamientos del Imperio.  Hay 3 en realidad.
* Las atracciones pueden ser agrupadas en "dentro de los límites de la ciudad capital", o "en las afueras", que necesariamente no implica desplazarse muy lejos, apenas unos pocos kilómetros. En la imagen escaneada de mi mapa (muy usado), puede verse esta agrupación.

* Donde haya turistas, habrá grupos de chicas jóvenes tratando de vender las artesanías hechas en metal, en especial bijou muy tallada y colorida. O yo tenía cara de compradora o hay muchos grupos de vendedoras organizadas.
* El tránsito es caótico, con miles de motos y rickshaws, pero en sí es soportable ya que las dimensiones y la cantidad de gente por las calles no es lo mismo que India. En las calles cercanas a Patan tienes que tener cuidado por donde pisas ya que los cordones de las aceras suelen ser irregulares o en muchos casos, no existir.
* Consulta a tu agente de viajes si puedes tramitar la visa para ingresar a Nepal con anterioridad. El aeropuerto no es muy grande, pero cuando llegan varios vuelos a la vez, las colas para tramitar el visado suelen ser muy largas y demandar un par de horas para completar todo el trámite. A marzo 2013, el costo de la visa para ingresar al país era de 25 dólares.
La moneda local es la rupia nepalesa y su bandera es la única en no tener una forma rectangular, si no que dos picos horizontales que representan las alturas del Himalaya conforman su insignia.
Por todo lo anterior y mucho más, bien vale la pena conocer esta ciudad, ya sea como continuación de un viaje por la India (como en mi caso) o combinando con otros destinos desde China.




Lo Imprescindible n°1: Swayambhunath 
(o el Templo de los Monos)

Ubicada a en una de las colinas de Kathmandu, es uno de los sitios más visitados de la ciudad. Es un templo budista y a la vez, un mirador hacia el valle.
Hay dos formas de ascender: en vehículo siguiendo el camino con curvas moldeado en la montaña (en muy buenas condiciones), o subiendo una escalera empinadísima de 365 escalones que desafía las leyes del vértigo y de las condiciones física de cada uno.
Si llegas en vehículo, hay un hermoso jardín a la entrada con una imagen dorada de Buda en el medio de una fuente y pequeñas estupas de adoración de la religión budista.
A partir de allí hay otra escalera, ancha y muy suave que permite llegar a la cumbre de la colina. A medida que uno asciende por ella, la vista tipo balcón de la ciudad se hace cada vez mejor y hay muchos puestos de venta de souvenires, tarjetas de memoria y muchos trabajos en metal (figuras, llamadores para puertas, candelabros, de todo)
Al llegar a la cima de la colina, vas a encontrar el templo o estupa mayor, muy antigua ya que se sabe que data del año 500. 
La imagen es cuando menos impactante al verla por primera vez. La base del templo es una enorme cúpula que semeja a la forma de un observatorio astronómico, muy blanco y bien preservado ya que fue renovado en el 2010. Por encima de esta construcción, sobresale la cúpula; se trata de una estructura cúbica con los ojos de Buda mirando en las cuatro direcciones.
Los ojos de Buda son intensos pero serenos a la vez. La cúpula resplandece con el sol de Nepal, ya que fue recubierta con 20 kgs de oro en la última renovación.
La estupa está rodeada en su totalidad de los llamados "molinillos de oración o ruedas de plegarias". Es uno de los símbolos de la religión budista y tibetana. Bellamente realizados en bronce y cobre, cuentan en relieve con carácteres sánscritos que contienen un mantra de oración. Según la tradición budista tibetana, al hacer girar dicha rueda, se tiene el mismo efecto meritorio que recitar las plegarias; eso sí, hay que hacerlo en el sentido de las agujas del reloj.
Este no es un dato menor, en cualquier estupa budista, vas a notar que los peregrinos y creyentes dan vuelta alrededor de la estupa siempre en el mismo sentido de las agujas del reloj.  Lo que sí, ten cuidado con los monos que suelen esconderse y caminar por los molinillos, más que nada evita alimentarlos o enseñarles comida a fin de prevenir que te arañen y puedas tener alguna complicación después. Son mansos, siempre y cuando no se sientan amenazados.
Alrededor de la estupa mayor hay también construcciones que parecen chimeneas, pero que se trata de altares. Los puestos de venta de souvenires y música se mezclan con los templos más pequeños, altares de oración para prender velas por las intenciones y hasta la biblioteca del complejo.
Y sobre todo, recuerda de asomarte al extenso balcón y disfrutar de la vista de la ciudad de Kathmandu; en días claros se puede ver inclusive la cadena del Himalaya saludándote.

Lo Imprescindible n°2: Plaza Durbar de Kathmandu
 (Basantapur Durbar)

Es la plaza principal de la capital de Nepal y se la identifica rápidamente ya que se encuentra enfrente del palacio real de Kathmandu.
Es patrimonio de la humanidad declarado por la Unesco y su significado sería "lugar de palacios". Cuatro reinos o dinastías fueron agregando edificios a la plaza Durbar, haciéndola hoy en día un tesoro para conocer; tanto es así que no menos de 50 templos forman este complejo, que fue residencia de la familia real nepalí hasta el siglo XIX.
La arquitectura es lo más llamativo de la plaza Durbar, es una mezcla entre las construcciones chinas tipo pagodas y los oratorios de India.
Puedes tomar como referencia a la plaza Durbar, para ubicar las principales atracciones:
Hanuman Dhoka: fue palacio real hasta el siglo 19 y en sus patios tuvieron lugar las coronaciones de las monarcas. 
La puerta de entrada al palacio es uno de los puntos relevantes a ver, en especial por el colorido de su decoración y por las figuras que la custodian. Hanuman era el dios mono y está sentado a la izquierda de la puerta, (ubicándose uno de frente al ingreso), y vestido con ropa roja y una paraguas, con el rostro pintado también de color rojo. 
También se encuentra una figura del dios Vishnu, encarnado mitad hombre y mitad león.
Al ingresar a sus patios interiores pueden apreciarse los trabajos de tallado de madera en sus puertas y ventanas y el único edificio de 5 techos de todo Nepal (que emula con éxito al Templo del Cielo de Beijing).
Una colección de carrozas y fotos en sus galerías rememora el pasado exquisito de los reyes nepalíes. Dentro del complejo hay toilettes si necesitas realizar una parada técnica de urgencia.

Kumari Chowk: en el extremo sur de la plaza puedes encontrar este particular edificio, conocido también como "la jaula dorada", ya que en su interior se custodia a una niña virgen seleccionada a través de un proceso ancestral para convertirse en la encarnación humana de la diosa madre hindú, Durga.
Cada niña es tratada como una deidad en la tierra hasta su primera menstruación, que es cuando se inicia un nuevo y complejo proceso de reemplazo de la diosa. Las niñas que llegan a la pubertad y dejan de ser "diosas" no caen en la desgracia tampoco como uno podría creer, si no que el rango de Kumari las sigue de por vida y son asistidas y respetadas por el resto de su vida.
Es posible visitar el patio del edificio al mediodía en espera de ver asomarse a través de un pequeño balcón a la niña diosa. Peregrinos y creyentes se reverencia ante ella, mientras pronuncian la palabra Namaste ("la paz esté contigo"), para obtener la bendición de la Kumari.
Cuando su agenda lo permite, la niña aparece apenas por unos segundos, pero es grato observar la fe que genera en su pueblo.

Tip fotografía: está absolutamente prohibido fotografiar a la niña diosa. Hay guardias atentos a cualquiera que viole esta norma. Si no quieres pasar un mal momento e inclusive hasta perder tu máquina o tu tarjeta al menos, no intentes fotografiarla. Sí está permitido sacar fotos del patio, el cual cuenta con bellísimos relieves en sus columnas y ventanas.
Tip higiene: el patio de la Kumari Chowk está virtualmente infestado de palomas, por lo que se si eres alérgico, te recomiendo llevar un pañuelo para cubrir las fosas nasales o directamente, no entrar. 
Templo Maju Devali: bien enfrente del ingreso a la Kumari Chowk se ubica esta construcción dedicada a Shiva y en cuyos escalones los habitantes de Kathmandu se sientan a descansar o a prepararse para ver a la Kumari en caso que sea un día de festividad que amerite su salida.
Palacio del Rey: vas a reconocerlo fácilmente, porque difiere con todos los edificios de su alrededor. Construido en estilo neoclásico y pintado en blanco, da comienzo a una extensión de la plaza Durbar que se conoce como Basantapur.

Mercado de Basantapur: desde muy temprano a la mañana y hasta pasado el mediodía, los artesanos extienden sus alfombras y presentan sus artesanías a turistas del mundo entero. Aquí también abundan los trabajos en metal, las figuras de Buda y de diosas hindúes y buena bijoux, pero es necesario regatear para obtener un precio razonable.
 

Lo Imprescindible 3: Patan

Ubicada en el valle de Kathmandu, al sur del casco histórico de la capital, se halla la ciudad de Patan. Se separa del distrito de Kathmandu por el río Bagmati y es la segunda ciudad más grande en el valle. 
Conocida también con el nombre de Lalitpur, o "Ciudad de la Belleza" es una de las ciudades reales de la dinastía nepalí y es famosa por su legado histórico, su tradición en las Artes, sus festivales y las ferias de artesanía. Sus estatuas y tallados en piedra son realmente para admirar y cuenta también con su propia Plaza Durbar.
En Patan se puede a su vez disfrutar de la vida diaria de la gente de Kathmandu, al transitar sus calles, pequeños mercados, lavanderías o improvisados bares al paso aportan su color y hacen el paseo más ameno si se puede. Al caer el sol, el movimiento comercial, lejos de aquietarse, parece invitarte a quedarte allí un rato más.
El único consejo a tener en cuenta: hay que ir con cuidado debido al tránsito en las estrechas calles que rodean a la Plaza Durbar.


Una vez que llegues a ella, hay algunos edificios en la plaza que no puedes perderte:
Palacio Real: su entrada está custodiada por un par de enormes dragones y fue construido como residencia de los gobernantes Malla, del reino de Patan.
Básicamente consiste en una sucesión de patios. El primero de ellos es el Sundari Chowk, terminado en el año 1647 con escultura de dioses hindúes.
El patio Mul Chowk era el patio central y a mi juicio, el más interesante. Hay que prestar atención al exquisito trabajo de madera tallada, en las ventanas, columnas y figuras de diosas y danzarinas. Se lo identifica rápidamente, ya que en el medio del patio hay una pequeña estructura dorada que parece una fuente y es en realidad un templo.
En  el tercer patio conocido como Narayan Chowk, se encuentra el Museo de Patan, donde hay también toilletes y una bar cafetería para hacer un alto en el camino.
Khrishna Mandir: bien enfrente del Palacio Real, hay un templo hindú dedicado a Visnu, está hecho en piedra, tiene un color blancuzco en comparación con el rojo del Palacio Real y cuenta con tres pisos soportados por incontables columnas.


Templo de Vishwanath: al lado del templo anterior, es una pagoda en realidad de dos tejados, que presenta frisos hechos en madera y algunos tallados de piedra. Está dedicado al dios Shiva y puedes reconocer el templo, ya que los escalones de entrada están protegidos por dos elefantes.


Tips compras y comidas:
Allí mismo, en la plaza Durbar es posible comer o tomar algo. Hay cafeterías y pizzerías cruzando la calle, y como suelen estos negocios estar en casas de dos plantas, ofrecen inclusive lindas vistas desde los balcones.
La plaza es el lugar para el mercado principal de Patan. Hay tablones enteros llenos de artesanías en metal sobre todo para todos los presupuestos y para todos los tamaños. Se puede regatear pero es más díficil que en Kathmandu capital.
En las calles alrededor de la plaza hay también negocios de venta de artesanías más finas que traen en especial su certificado de calidad o garantía.

Centro de Arte Thanka: en Patan son famosos los talleres de pintura sobre seda, que se conocen como Thanka. Generalmente representan imágenes de Buddha o historias de su vida, o mandalas. Puede decirse que es un Arte típico de Nepal y dada la calidad de los materiales empleados, mantienen su brillo y color por mucho tiempo.

Templo Dorado: puede pasar totalmente desapercibido porque el acceso al mismo se encuentra en una calle común al norte de Durbar Square. Conviene preguntar por él para ubicarlo más fácilmente o mostrar un cartón con su nombre local: "Hiranya Varna mahavira".
El esfuerzo vale la pena; luego de una entrada oscura y estrecha, se accede a través de una puerta de piedra a un patio que demandará toda tu atención por la gran cantidad de ornamentación que tiene.  El espacio, por empezar, está rodeado por molinos de oración, en cada extremo del patio, hay estatuas de bronce de tamaño considerable de monos y dioses. Y por si fuera poco, en el medio mismo del patio, hay un templo de tres tejados dedicado a Buda. Se lo conoce como "Templo Dorado" por las láminas de metal dorado que recubren sus techos.


 Si sales por la puerta trasera del templo, desembocarás en una linda plaza donde hay negocios de venta de bijoux muy fina, acuarelas y cuadros y algún que otro recuerdo. 




Lo Imprescindible n°4: Templo Pashupatinath

Es el templo hindú más antiguo de Kathmandu, si bien no se conoce la fecha exacta de su creación, se cree que su origen se remonta hacia el año 400.
Si no tuviste ocasión de visitar Varanasi antes de pasar Kathmandu, es una forma de acercarte a las costumbres y veneración del pueblo hacia el dios Shiva.
Se ubica al este de Kathmandu, en la margen del río Bagmati. El complejo que alberga al templo ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Tal como dije antes, hay varias similitudes con la ciudad de Varanasi en India.
* el río Bagmati, apenas un arroyo al lado del Ganges, es considerado aquí también un río sagrado y es utilizado para bañar los pies de los difuntos antes de iniciar la cremación.
* aquí también se encuentran los ghats, o plataformas construidas para colocar el cuerpo que luego es cremado.
* los yogi u hombres santos viven en el templo, de la misma manera que en Varanasi lo hacen a orillas del río sagrado.
* debe guardarse en este lugar el mismo respeto y reserva hacia los dolientes y la persona fallecida que se pide en las ceremonias sobre el río Ganges.
Dado que puede presenciarse las cremaciones desde la orilla opuesta del río, apenas a unos cuantos metros de separación, la experiencia no es tan sutil como ocurre en los amaneceres sobre el Ganges, donde el aroma a sándalo y a incienso generalmente llena el aire. 
Debido a que se hacen a cualquier hora del día y puede haber múltiples servicios al mismo tiempo, el olor de la cremación y el calor del sol si vas en primavera o verano, pueden provocarte cierta sensación de incomodidad o malestar, por lo que te conviene llevar siempre un chal o pañuelo y no olvidar nunca tu botella de agua mineral.
Aún cuando no haya ceremonias en el mismo momento de tu visita, el complejo reviste en sí un atractivo único por su arquitectura, ecléctica y algo oriental si se quiere.
A la entrada del templo y por una extensión equivalente a unas tres cuadras, hay puestos de venta de souvenires y recuerdos, algunos interesantes. Para detenerse un rato y admirar también los elementos que componen parte de la tradición de las ceremonias.




Donde alojarse:
Tuve la suerte de disfrutar del hotel Crowne Plaza Soaltee Hotel, en Kathmandu. Puedes leer mi crítica, junto con la de otros viajeros, en la página de Trip Advisor.
http://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g293890-d299163-r186288155-Crowne_Plaza_Hotel_Kathmandu_Soaltee-Kathmandu_Kathmandu_Valley_Bagmati_Zone_Cent.html#CHECK_RATES_CONT

Datos del viaje a Nepal:
Agente de Viajes: Carey Viajes y Turismo. Cordoba 1452 piso 2° ofic E
Tel: 54-341-4408260 - Rosario - Argentina.
Operador mayorista: King Midas 

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