Su Esencia:
Patmos, pintoresca y pequeña, es una isla griega ubicada en el archiélago del Dodecaneso, muy próxima a las costas de Turquía, sobre el Mar Egeo.
De hecho, su visita está incluida en el itinerario de muchos cruceros que parten o que terminan su recorrido en la ciudad turca de Kusadasi.
Su importancia radica en ser considerada lugar de peregrinación por muchos cristianos y ortodoxos. Se la suele llamar "la Isla Sagrada del Egeo"....
Es un centro de reflexión y pese al constante fluir de turistas, sobre todo los que bajan en horas de la tarde de los cruceros anclados en su bahía, es un lugar que brinda tranquilidad espiritual y paz, ya sea por los tesoros que alberga la Isla o por la belleza natural que atrapa a quien la visita.
La historia de Patmos está ligada a los orígenes mismos del Cristianismo, ya que alojó a San Juan El Evangelista en los años de su destierro fuera de Efeso y la devoción y la fe despertada por tal hecho, permanece inalterable en su gente y en la fisonomía de la isla.
En Patmos existen 3 pueblos, Skala que es su puerto, Chora y Kampos; entre los tres existen diseminadas 365 iglesias, siendo que la isla tiene una superficie de casi 35 km2.
El Monasterio de San Juan Evangelista, ubicado en el centro de la Isla, domina desde las alturas todas sus colinas; con casi 1.000 años de antigüedad, esta Fortaleza austera de color ceniza contrasta con las blancas edificaciones tan propias de los archipiélagos griegos....
Por lo general, los cruceros anclan en la entrada de la bahía de Patmos y de allí, naves más pequeñas llevan y traen a los pasajeros hasta el puerto de la isla, Skala. Prácticamente hay servicios de taxis acuáticos cada quince minutos, y cada crucero tiene un pequeño embarcadero perfectamente identificado. Una vez que cada pasajero llega a la costa de Patmos, es organizado en grupo para abordar los buses que conducen hasta las colinas y las áreas más altas de la isla.
Si no tienes excursión contratada desde el crucero y llegas a la isla, puedes fácilmente acordar precio con los numerosos taxis que están disponibles a fin de poder desplazarte hasta los sitios más importantes de Patmos.
Dueña de una geografía que combina laderas llenas de pinos, colinas áridas en las partes más elevadas y vistas a un impresionante mar azul, Patmos llama a venerar sus riquezas y a disfrutar cada momento que pases en ella.
Lo Imprescindible n°1:
La Cueva del Apocalipsis
En el año 95 de nuestra era, la dura persecución del Emperador Dormitiano contra los cristianos derivó en el arresto de San Juan que residía por esos tiempos en Efeso; y tras la detención fue exiliado en Patmos.
San Juan, ya muy anciano, lejos de dejarse vencer, continuó con su prédica y fundó en la isla la primera Iglesia de Patmos. Cuenta la tradición que se alojaba en una gruta, donde inspirado por el Espíritu Santo tuvo las visiones acerca de las Revelaciones y dictó a su discípulo Procoro el Libro del Apocalipsis.
Esta gruta se conserva hasta nuestros días y se la conoce como "La Gruta de la Revelación" o "La Cueva del Apocalipsis".
Es muy probable que tu recorrido por Patmos comience aquí. Ubicado entre el camino sinuoso que se extiende desde Skala hasta las alturas de Chora, vas a encontrar el predio santo que alberga la Cueva de San Juan.
Tras la entrada, y luego de atravesar un bello jardín muy arbolado, se llega a la puerta de la ermita-monasterio que se construyó de manera irregular para proteger y conservar la Cueva.
Un bello mosaico dorado que representa a San Juan y a su discípulo Procoro, sobresale en la pared absolutamente blanca de la entrada.
Para llegar a este lugar Santo, hay que descender a través de varios escalones no siempre uniformes y que muchas veces no tienen pasamanos de ambos lados.
Es común, dada la gran cantidad de visitantes que pasan por la ermita hasta el interior de la Cueva, que se regule el número de personas que pueden subir y bajar a la vez; generalmente la hilera de la derecha baja, mientras se sube por el lado contrario.
La Cueva no está en completa oscuridad ya que la luz de algunas velas iluminan lo necesario. Las paredes, el techo y el piso de la cueva son enteramente de piedra.
Puede decirse que la Cueva se halla dividida en dos sectores: hacia tu derecha no bien se ingresa, encontrarás el exacto lugar donde San Juan hincaba su rodilla y apoyaba su cabeza. Puedes inclusive tocar ambos lugares revestidos hoy en plata y con forma de nichos, si quieres hacerlo.
Puede decirse que la Cueva se halla dividida en dos sectores: hacia tu derecha no bien se ingresa, encontrarás el exacto lugar donde San Juan hincaba su rodilla y apoyaba su cabeza. Puedes inclusive tocar ambos lugares revestidos hoy en plata y con forma de nichos, si quieres hacerlo.
Hacia tu izquierda encontrarás un pequeño altar con figuras bizantinas; entre el sitio santo de San Juan y el altar, el techo de piedra se torna muy bajo, literalmente al alcance de la mano..... allí verás y podrás tocar y venerar tres grietas.
Para nosotros los creyentes, aquella marca es el testimonio más santo de la Cueva: las tres grietas fueron provocadas por la voz de Dios al nombrar el honor de la Santísima Trinidad.
Tip n°1: Llegar en sí hasta la Cueva puede no resultar fácil para aquellas personas con problemas cardíacos o de movilidad. Ten esto presente al momento de programar la visita. En caso de ser necesario, solicita ayuda a los guías del lugar para que te orienten mejor acerca de cómo llevar adelante la visita.
Tip n°2 : cuando entres en la Cueva, ten en cuenta que es un lugar sagrado y de profundo respeto. No puedes sacar fotos y debes permanecer en silencio. Aconsejo comprar las postales con reproducción del interior de la gruta o los buenos libros acerca de la isla que venden en Chora o en el puerto de Skala.
De lejos, uno alza la vista hasta lo más alto de las colinas de Patmos y puede verlo con claridad. Es una fortaleza a simple vista, pero no, se trata de un monasterio.
Milenario, ya que fue fundado en el año 1088 por el beato Cristodoulo Latrino, guarda entre sus paredes verdaderos tesoros como frescos antiquísimos, íconos casi invaluables y documentación que proviene prácticamente desde los orígenes del Cristianismo.
Les propongo una breve lista de lo que considero realmente imprescindible de visitar en el interior del mismo:
* Ermita de Agii Apostoli: antes de ingresar a la puerta del Gran Monasterio, hay un pequeño patio, una terraza podría decirse donde se erige esta pequeña mezquita fundada en el año 1603. Aunque puede estar cerrada cuando llegues allí, tómate un par de minutos para apreciar la arquitectura típica de la isla: las paredes hechas de piedra gris, el color blanco que cubre la mayoría de sus paredes y terrazas, los campanarios medievales que dan una característica propia a la isla.
* Patio del Monasterio: entrar en este patio de piso de guijarros y altas paredes, te hará sentir que estás parado siglos atrás. Lo llamativo son los arcos que zurcan el cielo abierto del patio, uniendo las galerías y las celdas del Monasterio.
* Pórtico exterior de la Iglesia: es muy angosto, pero no te pierdas de observarlo con detenimiento.... te sorprenderás con los frescos milenarios aceptablemente conservados con narraciones de la vida de Jesús, de María y de los santos....
* La Iglesia Principal del Monasterio: data del año 1090 por lo que es uno de los tesoros del monasterio. En su interior, figura el increíble retablo ortodoxo, el tercero desde la construcción de la iglesia, presenta un trabajo exquisito, lo mismo que las lamparillas y las arañas de plata.
* El Museo del Monasterio: quizás lo más relevante para visitar por los tesoros históricos que en su visita puedes descubrir; hay íconos de valor casi incalculable, reliquias de santos, documentos y pergaminos del año 1000 (incluida la orden de fundación del monasterio con la firma del Emperador de Bizancio) y el Cristo del Greco, uno de sus primeras obras famosas en su isla natal.
* Los Campanarios del Monasterio: al estar el museo situado en el piso alto, una vez que terminas tu visita, sales de nuevo al exterior por las galerías del primer piso y puedes caminar por las terrazas del monasterio. Allí tendrás a mano para contemplar los bellos campanarios de piedra con vista al mar; una de las tomas más características de Patmos.
Tip n°1: dentro del interior de la iglesia y en el museo no está permitido sacar fotos, ni siquiera sin flash. En las áreas comunes y patios, sí.
Tip n° 2: tal como ocurre con la Cueva del Apocalipsis, no son lugares del todo recomendables para personas con insuficiencia cardíaca o problemas de movilidad.
El monasterio se ubica en el centro del pueblo de Chora y es sin duda, el corazón del mismo. Para llegar hasta la entrada del monasterio hay que ascender por las empinadas callecitas de piedra de Chora y luego subir varios escalones de piedra. Son bastante anchos y no muy altos, pero al ser numerosos y en pendiente, pueden cansar fácilmente al visitante.
Tip n° 3: Compras. Chora es una delicia para pasear entre sus negocios y cafeterías; allí encontrarás artesanías locales, sobre todo en cerámica y buenos tejidos de hilo. Hay cierto aire de cuidado y de finura en la forma de presentar las vidrieras y algunas artesanías en las puertas de los negocios; un aire quizás más cuidado que en otras islas griegas.
Tip n°2 : cuando entres en la Cueva, ten en cuenta que es un lugar sagrado y de profundo respeto. No puedes sacar fotos y debes permanecer en silencio. Aconsejo comprar las postales con reproducción del interior de la gruta o los buenos libros acerca de la isla que venden en Chora o en el puerto de Skala.
Lo Imprescindible n° 2:
El Monasterio de San Juan Teólogos
De lejos, uno alza la vista hasta lo más alto de las colinas de Patmos y puede verlo con claridad. Es una fortaleza a simple vista, pero no, se trata de un monasterio.
Milenario, ya que fue fundado en el año 1088 por el beato Cristodoulo Latrino, guarda entre sus paredes verdaderos tesoros como frescos antiquísimos, íconos casi invaluables y documentación que proviene prácticamente desde los orígenes del Cristianismo.
Les propongo una breve lista de lo que considero realmente imprescindible de visitar en el interior del mismo:
* Ermita de Agii Apostoli: antes de ingresar a la puerta del Gran Monasterio, hay un pequeño patio, una terraza podría decirse donde se erige esta pequeña mezquita fundada en el año 1603. Aunque puede estar cerrada cuando llegues allí, tómate un par de minutos para apreciar la arquitectura típica de la isla: las paredes hechas de piedra gris, el color blanco que cubre la mayoría de sus paredes y terrazas, los campanarios medievales que dan una característica propia a la isla.
* Patio del Monasterio: entrar en este patio de piso de guijarros y altas paredes, te hará sentir que estás parado siglos atrás. Lo llamativo son los arcos que zurcan el cielo abierto del patio, uniendo las galerías y las celdas del Monasterio.
* Pórtico exterior de la Iglesia: es muy angosto, pero no te pierdas de observarlo con detenimiento.... te sorprenderás con los frescos milenarios aceptablemente conservados con narraciones de la vida de Jesús, de María y de los santos....
* La Iglesia Principal del Monasterio: data del año 1090 por lo que es uno de los tesoros del monasterio. En su interior, figura el increíble retablo ortodoxo, el tercero desde la construcción de la iglesia, presenta un trabajo exquisito, lo mismo que las lamparillas y las arañas de plata.
* El Museo del Monasterio: quizás lo más relevante para visitar por los tesoros históricos que en su visita puedes descubrir; hay íconos de valor casi incalculable, reliquias de santos, documentos y pergaminos del año 1000 (incluida la orden de fundación del monasterio con la firma del Emperador de Bizancio) y el Cristo del Greco, uno de sus primeras obras famosas en su isla natal.
* Los Campanarios del Monasterio: al estar el museo situado en el piso alto, una vez que terminas tu visita, sales de nuevo al exterior por las galerías del primer piso y puedes caminar por las terrazas del monasterio. Allí tendrás a mano para contemplar los bellos campanarios de piedra con vista al mar; una de las tomas más características de Patmos.
Tip n°1: dentro del interior de la iglesia y en el museo no está permitido sacar fotos, ni siquiera sin flash. En las áreas comunes y patios, sí.
Tip n° 2: tal como ocurre con la Cueva del Apocalipsis, no son lugares del todo recomendables para personas con insuficiencia cardíaca o problemas de movilidad.
El monasterio se ubica en el centro del pueblo de Chora y es sin duda, el corazón del mismo. Para llegar hasta la entrada del monasterio hay que ascender por las empinadas callecitas de piedra de Chora y luego subir varios escalones de piedra. Son bastante anchos y no muy altos, pero al ser numerosos y en pendiente, pueden cansar fácilmente al visitante.
Tip n° 3: Compras. Chora es una delicia para pasear entre sus negocios y cafeterías; allí encontrarás artesanías locales, sobre todo en cerámica y buenos tejidos de hilo. Hay cierto aire de cuidado y de finura en la forma de presentar las vidrieras y algunas artesanías en las puertas de los negocios; un aire quizás más cuidado que en otras islas griegas.
Lo Imprescindible n° 3:
Puerto de Skala
Justo después de los embarcaderos de los cruceros y las playas de estacionamiento de los buses, una gran y ancha explanada se extiende por la costa del pueblo de Skala. Esto la hace ideal para caminar y conocer este pueblo al lado del mar y al pie de las colinas.
Asegúrate de quedarte con algún tiempo al final de tu recorrido por los lugares icónicos de Patmos para recorrer Skala. Casas de no más de dos pisos, pintadas casi por completo de blanco, negocios y cafeterías donde uno puede sentarse, disfrutar de la brisa marina y ver los colores del atardecer en el Egeo son las pequeñas satisfacciones que ofrece el pueblo. Al caer la noche, las calles se bañan con la luz cálida de los locales y los faroles de la calle; es cuando Patmos te invita a quedarte un ratito más junto a ella.
Agente de Viajes: Carey Turismo - Sra. Alicia Viva. Cordoba 1452 2º E. Tel: 0341 - 4408260
Mayorista nacional: Becciu Sintectur