Su Esencia:
Estocolmo es una ciudad deslumbrante. Por su vida de cara al mar Báltico, por las joyas arquitectonica que posee, por su historia y pasado de realezas, amores e intrigas, por su Arte que se palpita en la superficie y debajo de ella.
Estocolmo es señorial, imperial, de grandes avenidas, de museos variados y extensos, de música y bandas en sus calles, de puentes y de embarcaciones que van y que vienen. Desde ya que te agotará en el intento por conocer lo máximo posible; es por ello que hay que sentarte a apreciarla para juntar fuerzas y seguir. En ningún caso te va a defraudar.
Es dificil por ello elegir imprescindibles en una ciudad que tiene tanto para ofrecer. A fin de no hacer demasiado extenso el posteo dedicado a esta maravillosa ciudad, te propongo recorrerla virtualmente en dos entradas, ésta dedicada a sus atracciones más iconicas y otra dedicada a su versatil catalogo de museos porque querrás verlos a todos.
Lo Imprescindible nro 1: Ayuntamiento
El hermoso edificio de ladrillos rojos del Ayuntamiento con su alta torre está rodeado por el lago Mälaren, en el centro de la ciudad de Estocolmo, y se ubica en la isla Kungsholmen. Fue terminado en 1923 y su arquitecto que lo diseñó fue Ragnar Östberg .
La inspiración para el Ayuntamiento provino de los palacios del Renacimiento y de la utilización de las plazas italianas tanto externas como internas, una idea que en dicha epoca se acostumbraba tener en Italia, en monasterios, iglesias y viviendas de las familias más influyentes. Es por esto que se dice que el Salón Azul, uno de los espacios del Ayuntamiento más importantes asemeja la idea de ser una "piazza" italiana con sus amplias dimensiones, sus arcadas y su gran escalera de mármol al mejor estilo veneciano.
Realmente es una joya de la ciudad que viene a cumplir con distintos roles: es desde ya el edificio donde se reúne el Consejo Municipal, se celebran casamientos, pero es también el lugar donde se organiza anualmente el banquete del Premio Nobel como así también otras ceremonias especiales.
Es por lejos, la edificación que más me sorprendió de Estocolmo y de mi gira por Escandinavia. Si bien a partir de series y films nos hemos acercado cada vez desde Latinoamerica al estilo nórdico actual, desconocia que tanta riqueza y patrimonio cultural estuviera al alcance del viajero. Toma tu tiempo y recorrelela con pausa. Te dejo los sectores principales que ofrece el Ayuntamiento:
El Salon Azul:
Es casi lo primero con lo que te sorprenderás tras atravesar el patio exterior del edificio. Originalmente fue concebido como una gran piazzale desde donde se podía ver el cielo nórdico, pero los duros inviernos en Estocolmo obligaron a cubrir su techo y ser un espacio destinado a utilizarse todo el año.
Su gran espacio, de más de 1500 mts2, su gran altura con paredes rectas que se elevan más de 20 metros, sus arcadas, su columnata de estilo románico hacen que la primera impresión que te lleves hable de grandeza y de siglos de historia.
Si bien se la conoce comunmente como Salón Azul te sorprenderá saber que es no el color que impera. Es que la idea primaria del arquitecto fue pintar los ladrillos de sus paredes de azul, pero cambió de idea cuando vio la calidez que la luz de los altos ventanles cercanos al techo infundían en lo rojizo de su construcción.
Es en este ámbito donde se celebra la cena de clausura de los Permio Nobel cada año, cada mes de diciembre desde 1930.
La inmensa escalera de mármol que rinde homenaje al estilo veneciano te permite seguir tu recorrido para conocer más sobre el Ayuntamiento.
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Su increible techo de grandes vigas de madera cruzadas y su decoración en rojo brillante y dorado te hará creer que estás en una sala de siglos atrás, pero no, los ventanales te muestran que se trata de Estocolmo y que en este magnifico marco es donde se reunen los 101 consejeros del Gobierno.
El Ovalo:
Se conoce así a la bella antecámara con techo abovedado y de forma oval. Impresiona no solo por su diseño si por los 5 tapices, todos hilados en Francia y que cuentan ya con 300 años de antiguedad.
Es una sala popular entre las parejas de Estocolmo ya que los sábados se ofician los servicios de boda en esta sala. Quien no lo haría en un marco así...
Una vez conocido el espacio del Ovalo, su transitar te lleva a este ambiente rectangular, elegante y repleto de la luz que proviene de sus grandes ventanales que miran la lago Mälaren.
Una inmensa mesa central divide esta sala particular, la cual está destinada a recibir y agasajar a invitados de renombre. Fue diseñada así para que no importa donde puedas estar sentado, de un lado tienes las bonitas vistas al lago y por el otro a los frescos pintados en la pared opuesta.
Se la conoce como Galería del Principe, ya que fue de hecho el Principe Eugenio quien realizó los frescos que representan la riqueza de las orillas de Estocolmo. Es un ambiente exquisito y delicado, que habla del buen gusto incluso en la proyección de la decoración y los espacios.
Resultan imperdibles los bajorrelieves en las paredes que albergan los ventanales al lago.
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Salón Dorado:
Si el Salon Azul te dejó con la boca abierta, el Salon Dorado supera con creces la capacidad de asombro. Realmente me impactó porque no tenía idea de que me fuera a encontrar con un ambiente así.
De forma muy merecida, su nombre es dorado porque sus paredes están adornadas totalmente con mosaicos de inspiración bizantina. Se trata de más de 18 millones de piezas revestidas en pan de oro, lo cual explica el fulgor y la riqueza del lugar. Los mosaicos relatan escenas de la mitología escandinava y las leyendas suecas que se han transmitido a lo largo de los siglos.
Las puertas de la Sala fueron realizadas en cobre y cada una de ellas pesa 1 tonelada. La Sala en uno de sus lados, da al balcón que se asoma al Salon Azul, lo cual integra la idea de magneficiencia que el Ayuntamiento presenta.
Formalmente el Salón Dorado se utiliza para el baile de honor que sigue al banquete de los Premios Nobel. Durante el resto del año es un espacio que se alquila para eventos especiales de organizaciones y empresas.
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Es quizas uno de los iconos de la ciudad. Se ubica en una esquina del edificio, casi cayendose sobre la orilla de la isla sobre el lago.
Su altura de 106 mts de altura hace que se destaque y sea un punto de referencia en el perfil de la ciudad. Está coronada con las Tres Coronas, el símbolo de la casa real de Suecia.
Si bien yo no subí por falta de tiempo, desde su mirador, se dice que se puede apreciar la ciudad entera. Hay un tramo que se puede hacer por ascensor y luego hay que subir por escalera y afrontar 365 escalones.
En la torre se ubican 9 campanas que repican a cada hora, con una melodía especial a mediodía y a las 18 hs; en dichos momentos es cuando circulan también las figuritas del carrillon, espectaculo tipico de muchas ciudades europeas.
Asegurate de dejarte un espacio para visitar el Jardin del Ayuntamiento el cual se extiende entre el edificio mismo y el lago Mälaren. El primer patio externo del Ayuntamiento es también muy bello de recorrer con sus arcadas y sus brillantes ladrillos rojos.
En el jardín, se aprecian varias esculturas de bronce que crean un entorno precioso a las vistas hacia la ciudad; las más famosas son las figuras del "El Canto" y "La Danza" de Carl Eldh. Con bancos que invitan a la lectura y la brisa fresca del lago en verano, este es un espacio que invita a la contemplacion y al relax.
Lo Imprescindible nro 2: Gamla Stan (El Casco viejo)
Es el lugar donde nació Estolocolmo, en la isla Stadsholmen, y a medida que la ciudad fue creciendo, se expandió a las islas vecinas: Riddarholmen, Helgeandsholmen y Strömsborg.
Los nombres son dificiles, pero lo cierto es que este delta que conforma la ciudad forma parte de su atractiva. Gamla Stan es un barrio historico, donde podrás caminar por calles empedradas (algunas muy estrechas), deleitarte con edificios antiguos, su música y su gastronomía.
Es un distrito altamente comercial ya que está repleto de negocios de venta de productos locales (uno de ellos el famoso ambar del Baltico), souvenires, bares y cafeterías. Es visita obligada ya que en sus limites se encuentran el Ayuntamiento, el Palacio Real, el Parlamento, la Catedral de San Nicolas, el Museo Nobel y las más encantadoras plazas de la ciudad como Stortoget, rodeada de casas medievales de colores, habitadas en su momento por la nobleza sueca.
Gamla Stan es también imperdible en la hora azul, cuando sobre todo en verano, la casi permanente claridad permite descubrir el barrio y los cafés y restaurantes a una nueva luz. Y si se acercas a sus puentes, la imagen de Estocolmo te hará descubrir una ciudad aún más bella.
Lo Imprescindible nro 3: El Palacio Real
Construido en estilo barroco por el arquitecto Nicodemus Tessin el Joven, su silueta en forma de palacio romano destaca desde los puentes y las aguas del Báltico cuando estás cerca del casco antiguo.
Da a simple vista, una sensación de equilibrada robustez. Alberga más de 600 habitaciones distribuidas en once plantas. En su diseño se contempló que los salones de gala estuvieran orientados a la ciudad y los cuartos residenciales de menor tamaño dieran hacia el patio interior del complejo.
Pese a su innegable pompa, es un palacio vivo. Es la residencia oficial de S. M. el Rey de Suecia, por lo que la gran mayoría de los actos protocolares se celebran en este Palacio, lo cual no quita que permanezca abierto al público en la mayoría de sus salas durante el año. Ese rasgo hace que uno tenga posibilidad de apreciar ambientes que el Rey y la Reina de Suecia utilizan diariamente como la Sala del Jubileo, de un diseño modero y acogedor. Esta impronta otorga calidez y lo distingue quizás por esa sensación de cercanía con el visitante de otras sedes de la monarquía europea. El Palacio es entonces una mezca de residencia oficial, lugar de trabajo y monumento histórico que hay que conocer.
El Palacio es tan monumental que puede ser abordado desde distintas partes de la ciudad. Mi preferida es la la fachada sur, la cual se puede acceder desde Gamla Stan y que caracteriza por su entrada en forma de arco de triunfo romano. Además de la riqueza arquitectonica, la plaza que se extiende no bien traspasas el arco te ofrece un vasto panorama del palacio y de la Catedral.
En este punto encontrarás también la entrada a la boveda sur, donde se encuentran dos estancias ceremoniales imperdibles: El Salón del Reino con el trono sueco y la Iglesia del Palacio, ambos elevados tras unas inmensas escaleras enfrentadas y que representan los símbolos del poder terrenal y divino.
También puedas acercarse al Palacio desde el mar e ingresar por la fachada norte, muy sobria, con líneas estéticas y con dos rampas dobles que ascienden hasta el portal norte.
Pero sea cual sea la entrada de tu preferencia, si te gusta lo "royal", no olvides de destinar parte de tu tiempo para una visita al interior. En mi caso, comencé el tour accediendo por un costado de la Sala del Reino, que me llevó a las Salas donde están exhibidas las joyas de la Corona, las condecoraciones y los trajes de gala del Rey. Las salas interiores son imponentes y cuentan en su diseño y ambientación la historia de las dinastías que conformaron la corona sueca: los Vasa, los Bernadotte.
Es imperdible, dentro de los apartamentos reales, la Sala de Banquetes y la Galería de Carlos XI, estilo barroco y que tuvo inspiración en la Galería de los Espejos de Versalles.
Otro dato interesante es que con la entrada puedes recorrer otros museos del Palacio; te recomiendo si te gusta la historia, el Museo Tre Kronor o de las tres Coronas, ubicado en el subsuelo del Palacio ya que justamente permite apreciar las ruinas de la fortaleza medieval original que sentó las bases al actual Palacio. A través de maquetas y objetos de época, puedes conocer más sobre la evolución e importancia de la corona sueca.
Al mediodía es interesante de observar el cambio de guardia y la banda que toca y marcha por las inmediaciones del Palacio. Colorido y pompa en un entorno único.
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Un actividad imperdible si visitas Estocolmo en los meses cálidos. Durante el día y la noche, el agua del Bático que bordea la ciudad está repleta de embarcaciones de todas formas y tamaños. Es la forma ideal de apreciar la silueta de los palacios, las agujas de las iglesias y el señorial estilo que la ciudad tiene impregnado.
Hay mini cruceros turísticos de una hora o dos de duración que permiten descubrir el perfil de la ciudad y de sus barrios desde una forma diferente.
El tour que pasa por debajo de sus numerosos puentes (antiguos y modernos) es uno de los mejores, inclusive con el plus de presenciar el paso de la esclusa que conecta y hace navegable distintos puntos de la capital.
Los mini cruceros tienen ubicaciones bajo techo y también con terraza. Ofrecen cafetería a bordo y cuentan con sistemas de audio de multiples idiomas para que puedas elegir el español.
También hay opciones de billetes para tomar pequeños ferries que conectan las islas de la capital entre sí.
Lo Imprescindible nro 5: el Mercado (Saluhall)
Se trata de un bello edificio de ladrillos rojos, inaugurado en 1888 y remodelado en 2020. El mercado constituye uno de los principales lugares de comercio de materias primas y experiencias gastronómicas de Suecia.
Si estás explorando la ciudad, el Saluhall es una buena propuesta para descansar un rato, beber un rico café o un almuerzo rapido al paso y apreciar la gran oferta de productos frescos o envasados, con toda la riqueza de la zona.
Es un lugar muy cuidado, muy limpio, muy luminoso también. Las reformas del 2020 han añadido también un nuevo espacio para formentar el arte europeo y es por eso que en la entrada principal del mercado podrás encontrarte con la obra "Up, up and away", creada por el artista Fredrik Wretman y que representa una pierna en el salto.
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Estocolmo ofrece tanto para recorrer y conocer que con un solo post no basta.
En proximos posts, La Brujula Tips te contará sobre las estaciones del metro de la capita sueca y también sobre la gran oferta de museos, para todos los tipos e intereses que el viajero tenga.
El viaje a Estocolmo fue posible gracias al itinerario diseñado por Becciu-Sintectur, agencia mayorista de Argentina. Te dejo el link por si quieres saber más:
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