Praga y el encanto de sus torres góticas

Su Esencia:
Viajé a Praga bastante tiempo antes de concebir siquiera la idea del blog, pero es casi imposible resistirme a la tentación de escribir sobre esta ciudad, joya por excelencia propia dentro del circuito de Europa del Este. 
Parece increíble que un lugar tan hermoso sufriera los embates de dos guerras mundiales y casi pereciera bajo una terrible invasión nazi. Oculta en la bruma de la época comunista por mucho tiempo, de a poco va adquiriendo la importancia que siempre tuvo y se sitúa de nuevo como un destino europeo que resulta hoy en día casi imprescindible.
Lo bueno de Praga es que es casi inagotable. Hay que caminarla para descubrir una arquitectura maravillosa, desde gótica hasta barroca, sinuosa por momentos, y cautivante en otros. La historia y la música se cruzan en tu andar como si fueran un ciudadano más y te tratan como si siempre te hubieran esperado...
Y no te asombres si las notas de algún instrumento llegan a ti desde los ventanales de un conservatorio o si la ilusión del Teatro Negro te envuelve en la noche de la ciudad, o encuentras tu imagen reflejada en un bello jarrón de cristal... sencillamente esa es la magia de Praga.


Lo Imprescindible n°1: 
El Barrio del Castillo (Hradcany)

Para empezar a conocer a Praga hay que resignarse a convivir con el difícil idioma checo y pensar en la ciudad como la suma de distintos barrios a uno y otro lado del río Moldava.
A su vez, es bueno plantearse un orden en el recorrido, así, me parece más conveniente comenzar desde las colinas de la ciudad y maravillarse con el Barrio del Castillo, o barrio alto, como me gusta llamarlo.
La zona alta donde se encuentra el Palacio de Praga, es coqueta y está embellecida por preciosos edificios de estilo renancentista, muy bien conservados.
El palacio se sitúa en una gran explanada en lo alto de las colinas de Praga, donde la inmensa plaza Hradcany se extiende enmarcada entre sugestivas construcciones barrocas y permite contar con uno de los más bellos miradores hacia la ciudad.
Antes de iniciar tu recorrida por el palacio, tómate unos minutos para disfrutar de los palacios vecinos; así, el Palacio Schwarzenberg (de nombre muy dificil, pero de frente color sepia), te sorprenderá por su estilo renacentista y el Palacio Arzobispal atrapará tu mirada con las elegantes líneas arquitectónicas.

* Castillo de Praga:  es sin dudas  el corazón de este barrio... el ingreso ya te prepara para lo que viene.... su increíble Puerta de los Gigantes junto con la guardia permanente del Castillo te dará la bienvenida.
Te llamará la atención que el Castillo en sí podría llegar a constituir él solo una pequeña ciudad... Es en realidad un conjunto admirable que comprende palacios, fortificaciones, edificios religiosos, administrativos y de residencia y lo llamativo es que refleja varios estilos arquitectónicos, tantos, que fácilmente comprende 1000 años de Historia y Arte.
Fue hogar de príncipes, reyes y emperadores de Bohemia y es desde 1918 sede de la Presidencia de la República, por lo que el actual movimiento de funcionarios, policía, guardia de honor y turistas es indivisible. 
El palacio tiene en total 3 patios principales: el de la entrada, a continuación de su imponente puerta de ingreso, está rodeado por tres edificios de estilo vienés, encargo de Maria Teresa de Austria allá por finales del 1700.
Quizás lo más rico para admirar en este patio, es la Puerta Matías, por la que deberás pasar para acceder al segundo patio. Se advierte enseguida ya que fue construida en arenisca negra y se erigía originalmente como un Arco de Triunfo.
El segundo patio, más antiguo que el anterior ya que data de siglo XV tiene sus propias características: el pozo de agua histórico de la zona se halla protegido por un enrejado de hierro que parece una pajarera; a su lado, una inmensa fuente barroca adorna la perspectiva y rompen la monotonía de construcciones edilicias más homogénas.
Un pasaje en el cual se advierten restos románicos en su construcción permite conectar con el tercer y más importante patio del Palacio; llegarás así al corazón del Palacio y tus ojos descubrirán con regocijo el imponente el frente gótico de San Vito.
Su fachada principal es tan alta que te quedarás casi sin cuello para admirar la obra en completo un buen rato antes de entrar. 

*Catedral de San Vito: 
Monumental por fuera y por dentro, es el corazón espiritual del país y el ejemplo más hermoso del gótico en la República Checa.
Sus origenes y primeros planos se remontan antes del año 1000. Durante más de 3 siglos fue embelleciéndose, pero recién en 1929, (mil años después de la muerte de San Venceslao, el Santo Patrono del país), la Catedral se consideró terminada.
La fachada occidental es lo primero que uno aprecia de la Catedral tras atravesar el pasaje que conecta el segundo con el tercer patio.


Dos casi interminables torres gemelas acabadas en imponentes agujas góticas enmarcan las tres entradas al templo. La más majestuosas de todas es la Puerta Monumental; una obra épica hecha en bronce con ciertas reminiscencias de la Puerta del Paraíso de Ghiberti en el Baptisterio de Florencia, ya que contiene 10 escenas en bajorrelieve con la historia de la Catedral. Sobre la Puerta Monumental, un inmenso rosetón de más de 27.000 piezas engalana la fachada gótica.


La Fachada Meridional te aguarda caminando hacia tu derecha y teniendo a la Catedral de frente; si bien siguen los rasgos góticos, el centro de todas las miradas de esta área extensa es la imponente torre rematada en cúpula barroca.

Pero San Vito demanda tiempo también para disfrutar de su interior.
La nave principal es extensa y con una altura impresionante; está iluminada sutilmente por las largas y hermosas vidrieras que adornan la sección principal así como el altar. Los vitraux más modernos son obra del artista checo Alfons Mucha terminados en 1929.
Sin embargo, el gran tesoro de la Catedral son las 19 capillas que se ubican a los costados de la nave principal. Cada una de ellas merecen nuestra atención, ya sea por la historia detrás de su construcción o las tumbas que albergan y por el increíble trabajo de tallado y de esculpido, a veces inclusive en plata pura.

La Capilla de San Venceslao es quizás la más importante, por su valor religioso y de ornamentación: no puede ingresarse, pero desde la puerta es fácil de apreciar los frescos  de las paredes de mediados del 1300 y las piedras preciosas incrustadas en ellas. Esta capilla, de forma rectangular y más grande que las restantes, contiene en un sarcófago de oro las reliquias del príncipe Venceslao, santo patrón de Bohemia.


* Monasterio y Basílica de San Jorge: 
Muy antigua ya que su origen se remonta al año 1000, la basílica quizás no tiene las dimensiones de otros templos similares de rango, pero es realmente encantadora. Su fachada es barroca y contrasta un austero interior románico, en el que no se permiten fotos.
Numerosos soberanos de la Edad Media se encuentran enterrados aquí. La capilla de Santa Ludmilla es quizás la joya más interesante de este edificio sagrado.
El altar presenta la característica de extenderse en dos pisos; hermosas escaleras de herraje conducen al lugar consagrado con elegancia y magnetismo.
* Palacio Real:  
Merece una visita a su interior, muy bien conservado, ofrece la posibilidad de dar un paso atrás en el tiempo y situarnos en la época en que los soberanos de Bohemia lucían la grandiosidad de su palacio.  
Del complejo resulta imperdible sin duda la Sala de Vladislao del año 1500; es espectacular por su extensión (62 mts de largo), por el trabajo realizado en la bóveda curva de su techo que simula las nervaduras del asta de un animal y por la luminosidad de sus ventanales, los cuales se consideran de un estilo precursor renacentista. Esta fue en su momento, la sala mas grande de Europa, a tal punto que cuenta la leyenda que en ella se desarrollan no solo las ceremonias de la corte, si no también torneos ecuestres y hasta mercados bajo techo.
La visita permite adentrarse también en las salas privada de los soberanos checos y mas importante aun, disfrutar desde sus balcones y ventanales estilizados, de las bellas panorámicas de la ciudad de Praga y del río Moldava.

Lo Imprescindible n° 2 : Mala Strana.

El Barrio Pequeño, conocido por propios y viajeros como Malá Strana, no tiene que confundirlos por la entonación, no tiene nada de malo, por el contrario, en un joya para caminar y no perderse detalle. Y es que tiene la particularidad de extenderse. Los pies del Barrio Alto del Castillo. Grandes escaleras o calles con declive permiten ir bajando paulatinamente para adentrarse en una de las zonas mas famosas de Praga, desde hace siglos.
Y es que Mala Strana se convirtió a partir del siglo XVI en un barrio residencial, donde la nobleza, el clero, burgueses y ricos comerciantes afincaron suntuosos palacios que hoy son lugar de culto de turistas, paisajistas y praguenses por igual. Las calles de Mala Strana formaban parte del recorrido que los soberanos de Bohemia completaban el dia de su coronación, lo cual hizo que aumentara mas de ser posible su encanto.
Hay que caminar despacio Mala Strana para no perderse detalle y hacerse de tiempo para conocer locaciones fabulosas como el Palacio Wallestein y sus jardines barrocos (una escena de ellos aparece en el film Amada Inmortal con Gary Oldman) o el conjunto paisajistico que conforman "Los Jardines de los Palacios", una sucesión de terrazas, fuentes y pazeos que se suceden prácticamente desde los ventanales del Castillo de Praga.

 Bonus Track en Mala Strana: La Iglesia del Niño Jesus de Praga.
En Argentina y especialmente en Provincia de Buenos Aires, está muy difundida la veneración a esta imagen, la de un Jesus Niño, la cual se considera milagrosa y es especialmente popular entre las embarazadas.

En el Barrio de Mala Strana, en la calle de las carmelitas, se encuentra la Iglesia de Santa María de la Victoria y San Antonio de Padua, la cual alberga la imagen del Santo Niño Jesús, que se cree perteneció alguna vez a Santa Teresa de Jesús.

Se cree que la imagen fue esculpida en España en el siglo XVI y que llegó a Praga por casamiento de la alta nobleza española con los soberanos de Bohemia.
Existe una verdadera tradición checa que consiste en vestir con suntuosos ropajes la imagen del Niño Dios. La estatua que se ubica en unos de los altares laterales de la iglesia, cuenta con un camarino propio donde es posible apreciar en exhibición los numerosos vestidos que a lo largo de los siglos, se han ofrecido al Niño. A un costado del altar principal hay un pequeño museo donde pueden adquirirse libros sobre el tema y estampitas para llevar a los allegados.


Lo Imprescindible n°3: 
El Puente de Carlos

Símbolo de Praga por excelencia, es uno de los lugares más fotografiados y más concurridos también, a cualquier hora del día.
Este puente peatonal cruza el río Moldava y une los barrios de Staré Mesto (Ciudad Vieja) y Mala Strana. Recibió su nombre del soberano de Bohemia que en el siglo XIV confío su construcción. Se extiende por algo más de 500 metros, se apoya sobre 16 pilares y tiene unos 10 metros de ancho.  

Hay dos rasgos que lo hace único y admirado por propios y turistas:
* Dos enormes torres góticas custodian sus accesos y le dan una esencia única
* El puente es una especie de museo al aire libre:  hay 30 grupos escultóricos que fueron añadidos en su mayoría entre 1700 y 1850. Por lo general representan santos muy unidos a la historia checa o particularmente venerados durante el medioevo.

Se puede escribir mucho sobre este ícono de Praga, pero lo cierto es que hay que vivirlo. Hay un aire bohemio y relajado a lo largo del puente, ya que pululan los artistas callejeros que se especializan en autorretratos rápidos o músicos en solitario que ofrecen piezas populares a cambio de unas monedas.
Hay que tener paciencia para sacar las anheladas fotos porque el tránsito, sobre todo en horas cercanas al mediodía hace que a veces resulte imposible obtener un buen ángulo. Sin embargo, las torres, las estatuas, la vista sin igual del río y de ambas riberas de la ciudad, en especial con San Vito en las alturas del Barrio del Castillo, hacen que su recorrido se torne inolvidable.
Lo caminé bajo el sol, con cielo nublado, de día y de noche; no importa el momento, es único y esperará tu visita.

Lo Imprescindible n° 4: 
El Barrio Viejo (Staré Mesto)

No bien uno sale del Puente de Carlos teniendo San Vito a nuestras espaldas, es inevitable el encuentro con una de las plazas más lindas de Praga: la Plaza de los Caballeros de la Cruz. Si vamos en dicha dirección, es el inicio del Barrio Viejo y es fácilmente distinguible ya que se advierte la gran estatua de Carlos IV, el creador del Puente. En la plaza se puede visitar la Iglesia de San Salvador, templo jesuita con una bella fachada con esculturas del siglo XVIII.
Si les sobra un ratito de tiempo, tienen que preguntar aquí por el Clementinum o Colegio de los Jesuitas, ya que guarda un verdadero tesoro en su interior: la Biblioteca Nacional.
De la Plaza de los Caballeros de la Cruz, nace una de las calles peatonales más bellas de Praga, por la fachada de sus edificios y la riqueza de sus negocios: la Calle Carlos. Si la siguen en su recorrido por momentos sinuoso, llegarán al corazón del casco antiguo de la ciudad: la Plaza de la Ciudad Vieja.
Hay tanto para admirar aquí que recomiendo tomarse un buen tiempo para admirar todo o procurar visitarla al menos un par de veces

* La Torre del Ayuntamiento (o  El Reloj Astronómico):


La Torre es casi tan antigua como la ciudad misma; se erigió en el siglo XII y fue testigo de ampliaciones, daños, reconstrucciones y la historia misma de centurias que pasaron bajo sus narices. Es quizás, el punto neurálgico donde diariamente, en cada nueva hora, grupos de viajeros se agolpan bajo su sombra como hechizados para admirar y escuchar el breve pero tradicional sonar de su famosísimo Reloj Astronómico.

Ubicado en la pared sur del ayuntamiento antiguo este ícono de Praga, es famoso por tener pintados sobre su superficie representaciones de la Tierra y del cielo y cuatro elementos clave que lo distinguen de otros de Europa: el anillo zodiacal, el anillo de rotación y los símbolos que representan al sol y a la luna.

A simple vista, su diseño parece intrincado, pero eso no hace más que aumentar el magnetismo que ejerce sobre quienes tienen la suerte de visitar Praga.

El fondo representa a la Tierra y la visión local del cielo; el círculo azul del centro simboliza a nuestro planeta y el azul más oscuro a la visión del cielo desde el horizonte. Por su parte, las áreas rojas y negras indican las porciones del cielo que se encuentran sobre el horizonte.

Y como todo reloj medieval que se aprecie, en cada hora un pequeño desfile de figuras embellecen la torre.

Cada hora entre las 9 de la mañana y las nueve de la noche las figuras se ponen en movimiento. Un vanidoso se mira en el espejo, un avaro mueve su bolsa, un esqueleto agita su guadaña y tira de una cuerda, mientras que una figura lujuriosa mueve la cabeza para mostrar que acecha siempre.



A su vez, dos ventanas en la parte superior se abren y empieza "El Paseo de los apóstoles". Los doce apóstoles desfilan lentamente asomándose a las aberturas, precedidos por San Pedro, gracias a un mecanismo circular en el interior. Y cuando las ventanas se cierran, un gallo añadido en 1882 aletea y canta, hasta que finalmente, suenan las campanas.

Para rematar, un heraldo asoma su cabeza por el balcón de la torre y hace sonar su clarinete en el aire de Praga por unos segundos, como para recordar el pasado todavía vivo de la ciudad. La torre del Reloj se puede visitar para ascender a su estrecho balcón, presenciar si se tiene suerte la llegada y breve show del heraldo y tomar unas excelentes fotos aéreas de los tejados rojos de la ciudad.

Para los que no quieran o no puedan ir subiendo paulatinamente por las rampas que llevan a los balcones, se puede subir por el ascensor en forma de cápsula transparente que parece salido de Viaje a la Estrellas y en el que caben 3 personas. No llega hasta arriba, pero acerca bastante.
Y ya que estamos, uno no puede perderse la visita a los interiores del Ayuntamiento. Bellamente restaurados, parecen sumergirnos en la Praga medieval y en la magia de la ciudad.


* Campanarios de la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn: 
Sin poder resistirnos, nuestros ojos serán capturados por estas bellas torres puntiaguadas y gemelas, que sobresalen por encima de los tejados rojos del casco antiguo.
En 1679 la Iglesia fue alcanzada por un rayo que incendió gran parte de su bóveda. Sucesivas restauraciones se han estado llevando a cabo desde el 1700 hasta ahora. El exterior se terminó de restaurar en 1995, pero el interior todavía está incompleto. Pregunta si se permiten visitas a su interior en caso que dispongas de tiempo para disfrutar más de ella.

* Iglesia de San Nicolás: 
Debes prestar atención porque hay dos iglesias de este santo: una en Mala Strana y otra a pasos del Ayuntamiento, en el Barrio Viejo. Particularmente, recomiendo esta última, ya que es un ejemplo exquisito de la arquitectura barroca, tanto en su interior, como en su diseño exterior. Date una vuelta para apreciarla y escuchar de paso, algún ensayo de música clásica. 

* Las Casas que rodean el Ayuntamiento:
El mejor consejo que puedo dar acerca del Barrio Viejo es tomarse un descanso y sentarse en uno de los numerosos cafés que se ubican frente al Ayuntamiento o en la salida de la Calle Carlos. Esto te permitirá descansar un rato y apreciar las increíbles fachadas de las residencias que engalanan la Plaza del casco antiguo. Casi todas son similares en altura, pero la variedad utilizada en la decoración y en los colores harán que recuerdes por mucho tiempo la visita a la ciudad.

Tip Paseo en mateo: el casco antiguo está libre de tráfico, pero no del todo: una buena opción para conocer todavía mejor la ciudad es contratar un paseo en mateo. Son bastante caros, pero con capacidad para cuatro personas, por lo que costo puede prorratearse. El ruido de los cascos de los caballos sobre el piso empedrado de la plaza, aporta su cuota de singularidad al Barrio.

* La Torre de la Pólvora y el Palacio Municipal:
No están ubicados en pleno casco antiguo, pero en un radio de no más de 5 cuadras con forma de zigzag. La Torre de la Pólvora marca el inicio o el final del área peatonal del casco antiguo y parece ser prima hermana de las torres que flanquean el Puente de Carlos. Alta, gótica, oscura por los años que sobrellevó, es elegante y digna representante del misticismo de Praga. 
El Palacio Municipal es uno de los tesoros más nuevos de Staré Mesto, ya que concluido en la segunda década de 1900. Hermoso por sus frescos externos y por su decoración Art Nouveau de su interior, merece una parada y la posibilidad inclusive de cenar en sus exquisitos salones.
  

Lo Imprescindible n°5: 
El Barrio Judío o Josefov.

A escasos pasos de la Plaza del Ayuntamiento, se encuentra el inicio de este barrio.
Es mundialmente conocido por sus sinagogas, su cementerio y los cafés y esquinas donde autores como Kafka encontraron inspiración y vetas de misterio.
Hay al menos media docena de sinagogas que valen la pena conocer y que pueden visitarse. Es conveniente preguntar antes en la entrada de las sinagogas, ya que se venden pases muy económicos que permiten con una sola entrada, visitar varias de ellas e incluso el cementerio. Con dicha entrada, se obtiene también un práctico mapa para ubicarlas más fácilmente dentro de los límites del barrio.
Particularmente recomiendo la sinagoga Española, ya que se destaca por un exquisito trabajo al estilo de los moros de España. Con impresionantes arcos que adornan sus cúpulas, esbeltas columnas y figuras casi arabescas en sus paredes es cuanto menos, exquisita.
No se permiten fotos en su interior (yo saqué sin flash, debo reconocerlo), y cuenta con una muestra permanente de impresionantes piezas de pura plata utilizadas en las ceremonias judías. Es realmente interesante para recorrer y conocer más si profesas una religión distinta a la judía.
La Sinagoga Pinkas es otra de las más famosas del Barrio. Ubicada en la entrada del cementerio judío contrasta con la Española por la simpleza de sus líneas. Sin embargo, Pinkas guarda un gran valor simbólico: en sus paredes están inscritos los nombres de los más de 77.000 judíos checoslovacos que fueron asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Conmueve ver sus nombres reflejados allí, tallados en las paredes con simétrica caligrafía y sencillez. Más emocionante es recorrer la amplia colección de dibujos hechos por los niños que estuvieron en el campo de concentración de Terezín; interpretar los horrores del exterminio en los trazos inocentes, choca en lo más interno de cada uno de nosotros, probablemente hasta las lágrimas.
El cementerio judío, bajo los ventanales de la Sinagoga Pinkas es otro lugar de silencio y veneración. Contenido entre los muros del predio, como si se tratara de un extenso jardín, contiene varios caminos de piedra muy estrechos y sinuosos que permiten recorrerlo a la sombra de añosos árboles. El cementario es claro oscuro y el verde del musgo de las lápidas amontonadas y vencidas por el tiempo acentúa el aura de superstición. Se dice que muchas de las tumbas son milagrosas y que la leyenda del Golem, una criatura amenazante que protegía a los miembros del gueto, todavía ronda por allí.
 

De compras por Praga:

En pocas ciudades del mundo, las artesanías locales son de tan alto valor artístico y monetario. 
A lo largo de la Calle Carlos (calle Karlova) o en las galerías que embellecen la parte inferior de los edificios de la Plaza del Ayuntamiento, es fácil encontrar, (a veces uno al lado de otro), negocios dedicados a la venta de cristales como joyerías.

El cristal de Bohemia es uno de los más cotizados y finos del mundo. Floreros, centros de mesa, copas de brindis y piezas de decoración se exhiben en las vidrieras como muestra del talento de los artesanos locales y de una tradición centenaria admirada por reyes, emperadores y ahora, público en general.


Las joyerías en número masiva ofrecen la piedra semi preciosa más importante de la región: el granate. De color rojo oscuro, casi bordó, se puede adquirir esta piedra en las joyas más bellas y creativas que se pueda encontrar. Hay trabajos engarzados en plata y en oro. Como la oferta es mucha, conviene preguntar y comparar precios si se quiere adquirir algo. El ámbar, muy común en la zona de los Bálticos es muy común también en Praga en una amplia gama de colores: de los más amarillos, pasando por los naranjas, hasta los verdes manzanas. Un placer para una amante de las piedras como yo, siempre lo digo.
Pero si tu bolsillo está restringuido y quieres llevar un souvenir típico, no olvides preguntar en las tiendas de souvenir por las limas de cristal, filosas eso sí, pero durables pese a la aparente fragilidad de su material y excelentes a la hora de arreglarse las uñas. Lo digo por experiencia.


Tip entretenimiento: El Teatro Negro de Praga:
Sobre la calle Carlos, a pocos pasos de la Plaza de los Caballeros se ubica el espacio del Teatro Negro de Praga.
Famoso por sus representaciones a través de figuras en un escenario negro y solo con música, sin parlamentos, mezcla la magia y la creatividad para brindar un show que muchas veces recrean cuentos clásicos u historias ya legendarias.
Entretenida por sus mimos, sus acrobacias, su música, es una buena alternativa para disfrutar la noche de Praga luego de recorrer de nuevo los lugares emblemáticos iluminados.
En el Teatro no se pueden sacar fotos del show, pero hay en el hall de recepción una buena venta de música e imágenes para llevar. 


Otros recorridos posibles:
* Ribera del Moldava: caminar a la par del río Moldava en especial la ribera donde limitan el Barrio Viejo y el Judío permite descubrir vistas increíbles de la ciudad y conocer otras joyas arquitectónicas como el Rudolfinum, la Sala de Conciertos de Praga.


* Plaza de Wenceslao: ubicada en el Barrio Nové Mesto (Ciudad Nueva) una de las más modernas y panorámicas de la ciudad. La extensión de la plaza está dominada por la fachada del Museo Nacional de Praga, con el monumento ecuestre a San Wenceslao, en el frente de dicho museo.
* La Casa Danzante: construida entre 1992 y 1996, es otro ícono, pero de la Praga moderna. Es obra del arquitecto Frank Gehry, quien se inspiró en los famosos bailarines Ginger Rogers y Fred Astaire para otorgarle un aire sinuoso al edificio. Se ubicación, al terminar el puente Jiraskuv, sobre el Moldava, aumenta la perspectiva y el efecto curvilíneo del edificio.




Datos del viaje a Praga:

Agente de Viajes: Carey Turismo - Sra. Alicia Viva.  Cordoba 1452 2º E. Tel: 0341 - 4408260
Mayorista nacional: Becciu Sintectur


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