Su Esencia:
"Santorini es famosa por sus legendarios atardeceres"; esta es la afirmación que amigos, conocidos e inclusive la misma web me aseguró no bien supe que mi crucero comprendía la visita a dicha isla.
Pensé que había mucho de exageración en ello, pero no. Santorini es la postal del Mar Egeo por las vistas únicas que ofrece desde la altura de sus terrazas y por la paleta de colores que sus cielos adquieren al bajar el sol.
Es cierto que estuve en Santorini por unas pocas horas gracias a la excursión que tomé desde el Crucero, sin embargo puedo decir con sinceridad que no me defraudó. Es una experiencia para vivir una vez al menos y repetir si Dios da la oportunidad.
De origen volcánico, la isla tiene la forma de una media luna decreciente y su color desde lejos se observa como de un gris oscuro
El viento es el primero en saludarnos al aproximarnos con el crucero y de a poco, se acerca y se detiene en el medio de la llamada "Caldera", el gran semicirculo que definen los acantilados de la isla.
Debido a que en Santorini es imposible fondear por la profundidad de las aguas, debe hacerse el trasbordo desde el crucero en embarcaciones más pequeñas, que en unos pocos minutos, permiten alcanzar la orilla y llegar al puerto de Gialos, el más antiguo.
Desde aquí tienes dos opciones, tomar un bus que te lleve hasta el pueblo de Oia, al norte de la isla o decidirte primero por conocer Fira, la capital de Santorini. Cualquier sea el orden que le des a tu visita, no dejes por ningún motivo de conocer ambas.
Lo Imprescindible n°1:
Pueblo de Oia
Si piensas de repente en Santorini, muy posiblemente venga a tu mente una imagen: una casa blanca con el techo azul abovedado y el mar azul de fondo.
Pues esto es sencillamente Oia.
Este pueblo es "la postal" de Santorini, la más icónica y quizás la más fotografiada del Mar Egeo. Se ubica en el extremo norte de la isla.
Debido a que parece caerse de los acantilados, a unos 150 mts sobre el nivel del mar, ofrece una vistas incomparables hacia la Caldera de Santorini y a la isla de Thirassia, vecina a Santorini.
Oia es pintoresca, con calles peatonales de piedra y mármol. Una gigantesca terraza te permite ir bordeando el pueblo sin despegarte nunca de la vista al mar.
A tu paso encuentras en perfecta armonía bares, negocios de venta de ropa, tejidos, artesanías, pinturas con el paisaje de la isla y pequeños escalones que van y que vienen. Hay casas que van descendiendo por el acantilado y otras con unas terrazas que despiertan el anhelo de ser sus dueños para disfrutar lo que dure la vida de sus increíbles vistas.
Todo es blanco en sus paredes, azul en sus techo redondeados y fucsia o rosa fuerte por el color de sus enredaderas en verano. Oía da la impresión de que allí todo es perfecto e inalterable en el tiempo.
Y el pueblo es famoso de nuevo por sus atardeceres. Por eso hay que ir con tiempo y considerar que miles de personas se congregan con el deseo de presenciar el mismo espectáculo natural que tarde a tarde se repite.
En lo posible hay que procurar un lugar en el paseo publico o gastarse unos euros y comprar un palco privilegiado en uno de los numerosos bares que, estratégicamente, parecen colgarse del acantilado gris de la isla.
Desde allí con paciencia podrás ver el descenso del astro Rey, pero más importante creo yo es apreciar la paleta de colores que el cielo de Santorini va adquiriendo hasta alcanzar un rosado brumoso del cual solamente la isla es dueña.
Si dispones de más tiempo, no puedes dejar de entrar a conocer la Catedral Ortodoxa de Oia. Es fácil ubicarla ya que se encuentra justo en medio del pueblo, en la calle principal y frente a una de las explanadas más grandes con que cuenta Oia. Más allá de la belleza de su decoración interior enmarcada en dorado y azul, es un páramo de paz y sosiego en contraste con el hormigueo que no se detiene en su andar por el pueblo.
Un último dato: 11 kms separan a Oía de Fira. El billete para ir en bus de un pueblo a otro cuesta alrededor de 2 euros. Esta distancia se puede hacer también caminando en caso de dispongas de más tiempo en la isla.
Lo Imprescindible n°2:
Fira
Fira o Thira tiene otro espíritu; es más bulliciosa y concurrida. Se encuentra en el lado oeste de la isla y ofrece también vistas excepcionales hacia la Caldera, ya que al igual que Oia, fue construida a lo largo de la cima del acantilado.
Su arquitectura es distinta a Oía, y tiene un aire muy familiar a Capri, por ejemplo; calles más anchas, hoteles de lujo con negocios de primera línea, joyerías con vidrieras grandes e iluminadas y bares que por momentos dejan el estilo más tradicional de Oia, para convertirse en propuestas más estilizadas y con un toque lounge.
Fira se puede definir como más refinada, más europea. Se puede caminar por su avenida empedrada de un extremo a otro, sin perderse uno jamás. Desconozco las tarifas para dormir, pero con gusto pagaría por al menos una noche entera en esta casi ciudad.
Si dispones de unos minutos adicionales tómate un respiro para apreciar la Catedral Ortodoxa Metropolitana de Fira, ubicada en la pasarela con vistas a la Caldera. Con origen en 1827 y pintada totalmente en blanco, cuenta con una impresionante torre campanario y un patio con bellos arcos que son visibles desde la calle.
Y un dato más: lo bueno de Fira es que tienes el teleférico para llegar en un par de minutos al puerto de Gialos, utilizados por muchos cruceros. Y si eres lo suficientemente aventurero, puedes bajar en burro por una larga escalera en zig zag y completar así el paisaje mítico de Santorini.
Se puede hacer al revés también, es decir, desde Gialos subir hacia Fira. En burro cuesta alrededor de 5 euros, mientras que en teleférico 4 euros.
Agente de Viajes: Carey Turismo - Sra. Alicia Viva. Cordoba 1452 2º E. Tel: 0341 - 4408260
Mayorista nacional: Becciu Sintectur
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